Los vehículos adaptados no son todos iguales
En la actualidad, casi todas las empresas de autocares tienen algún vehículo adaptado para trasladar personas en sillas de ruedas. Pero existen distintas opciones de accesibilidad que diferencian unos vehículos de otros y determinan su idoneidad para las distintas necesidades de los servicios. Aquí te ofrecemos una breve guía sobre las alternativas disponibles en el mercado a la hora de contratar un vehículo adaptado, para solicitar a la empresa de transporte el tipo de vehículo que más se adecúe a las necesidades de las personas a trasladar.
- Vehículos.
Los autocares pueden fabricarse con distintos sistemas de accesibilidad, lo que repercute en la calidad del servicio que se ofrece a las personas de movilidad reducida. Las empresas que no suelen trabajar con clientes discapacitados compran vehículos adaptados que cumplen las condiciones mínimas exigidas por Ley, renunciando a ciertas opciones para utilizarlos como los autocares habituales. Entre los aspectos a tener en cuenta están:
- Situación de la plataforma elevadora
- Entre los escalones de la puerta trasera o central que utilizan los pasajeros.
- En una tercera puerta específicamente diseñada para la plataforma.
- En la parte posterior del vehículo (en microbuses de motor delantero).
Los mecanismos instalados entre los escalones de la puerta trasera o central facilitan las maniobras de acceso de las sillas de ruedas, agilizando el tiempo de carga y descarga de las personas discapacitadas frente a los que utilizan una tercera puerta.
Las plataformas situadas entre los escalones de las puertas introducen progresivamente al usuario en el interior del vehículo con el movimiento de subida, de forma que al llegar al piso del vehículo ya se encuentra prácticamente en el interior del mismo, reduciendo la sensación de vértigo e inseguridad. Las plataformas situadas en una tercera puerta elevan al usuario verticalmente hasta la altura de piso, a 2 metros del suelo y totalmente fuera del vehículo, transmitiéndole sensación de vértigo e inseguridad.
- Accesibilidad interior
Muchas empresas de autocares prefieren mantener el pasillo central del vehículo, relegando el espacio de anclaje de sillas de ruedas a la zona cercana a la plataforma. Esto dificulta el movimiento de la silla en el interior e impide subir y bajar usuarios de silla de ruedas de forma independiente, porque la silla de un usuario impide la salida de otro.
Las empresas que trabajan habitualmente con personas de movilidad reducida utilizan vehículos de piso liso y uniforme para agilizar las tareas de anclaje y facilitar la subida y bajada de usuarios de sillas de ruedas de forma independiente.
- Tipos de plataformas elevadoras
En los microbuses de pequeño tamaño destaca la fiabilidad de las plataformas elevadoras de dos brazos visibles en la parte trasera de los vehículos frente a las de tipo cassette, que suelen tener más averías al quedar ocultas bajo la carrocería. Esto es muy importante cuando se contrata un servicio por un plazo de tiempo prolongado, como el que se presta a los centros de día para personas mayores o con problemas de movilidad.
Hay distintas marcas de plataformas elevadoras en el mercado, unas más fiables que otras. Pero la empresa que traslada habitualmente usuarios en sillas de ruedas cuenta con la experiencia para elegir las marcas que sufren menos averías.
- Sistemas de seguridad
A parte de los sistemas de seguridad propios de todos los vehículos, en los vehículos adaptados hay que contar con sistemas de anclaje para la silla de ruedas y sistemas de seguridad para su ocupante.
Hay dos tipos principales de anclajes para sillas de ruedas: de cremallera y de 4 puntos. Los anclajes de cremallera son más antiguos y no son adecuados para sillas de ruedas eléctricas, mientras los anclajes de 4 puntos son más modernos y seguros.
Por otro lado, los cinturones que traen las propias sillas de ruedas no sustituyen al cinturón de seguridad del vehículo.
Las plataformas elevadoras tienen también unas normas y sistemas de seguridadque deben ser cumplidas por el personal que la manipula. La formación que reciben los conductores se complementa con la práctica diaria, por eso en empresas que no acostumbran a realizar este tipo de servicio la falta de práctica puede ocasionar accidentes o averías por un uso incorrecto.
- Experiencia
La experiencia de una empresa en la realización de servicios para personas de movilidad reducida es el factor más importante a la hora de contratar un autocar adaptado. Una empresa que realiza habitualmente servicios específicos para usuarios de sillas de ruedas, elige las mejores opciones:
- Sistemas de anclajes de sillas de ruedas más seguros.
- Plataformas de las marcas más fiables con los correctos mantenimientos.
- Vehículos adaptados en los que se de prioridad a la accesibilidad.
Estos aspectos reducen la probabilidad de accidentes para los usuarios, reducen la probabilidad de sufrir averías en los mecanismos de accesibilidad y aumentan el grado de satisfacción de los clientes que se desplazan en silla de ruedas.
Además, la experiencia adquirida por el personal en el manejo de los sistemas de accesibilidad y el trato a personas con diversidad funcional marca la diferencia una empresa que realiza estos servicios de forma esporádica.
- Aspectos legales
La empresa contratada debe cumplir con los requisitos legales para realizar transporte público. Las empresas de autocares y los euro-taxis cuentan con las autorizaciones necesarias y los seguros obligatorios. Además, pasan revisiones de ITV con mayor frecuencia que los vehículos particulares, para garantizar la seguridad.
Actualmente, algunas asociaciones o particulares ofrecen servicios de transporte adaptado al público sin contar con autorizaciones o seguros para ello. En caso de accidente, los seguros del vehículo no cubren el transporte público al que se destina y la persona o entidad contratante asumirá la responsabilidad subsidiaria por haber contratado un servicio ilegal.
Si tiene dudas sobre la legalidad de una empresa, exija una copia de la tarjeta de transporte que todo transportista está obligado a tener para este tipo de servicio.
Conclusión.
El avance en la accesibilidad del transporte público pasa por la implicación de todas las empresas y, para agilizarlo, se debe apostar por las empresas que van más allá de los requisitos legales.
Es importante que los intermediarios entre transportista y usuario (agencias de viajes, centros de día, administración pública…) sepan diferenciar entre las distintas opciones de accesibilidad disponibles en el mercado para ofrecer a los usuarios el mejor servicio, porque no todos los vehículos adaptados son iguales.
Manuel García, Jefe de equipo de Autocares M.García